a seguir llenando las líneas de un muy bonito registro de la VIDA misma
Ocho de marzo
Hace 7 meses.
Llamativa peculiaridad devenida del mundial, me han resultado los noticiarios. Por las famosas vuvuzelas. Es impactante, pero si se fija el lector, cada nota de prensa sí o sí parte con un "Ñeeeeeeee". Porque, claro, como todas comienzan con imagenes mundialeras, el audio ambiente no puede evitarlo y ahí nos llenamos de "Ñes".
Pero en serio, haga la prueba y preste atención. Si el periodista les pregunta sobre el desempeño de Chile, inevitablemente las respuestas serán: "dos cero, dos cero", "que ponga al chupete, que ponga al chupete", "vamo a ganal, vamo a ganal".
No hace mucho leí una columna del buen @dmatamala, donde mencionaba que todo chileno, por estos días, ha escuchado algún rumor, proveniente del amigo de un amigo que conoce a alguien que trabaja en la Onemi y que le dijo que hay que juntar agua, porque "se viene otro grande". Y el tema me interesó porque, efectivamente, en lo que va de las últimas dos semanas, me he topado por lo menos con 3 rumores iguales. Y siempre es lo mismo: que alguien se encontró con un primo en el supermercado, que estaba comprando muchos bidones de agua, porque un amigo que trabaja en la Onemi le había dicho que se venía otro terremoto enorme.
Además, casi siempre el rumor parte de alguien que trabaja en la ONEMI. Y está bien... entiendo que la ONEMI por estos días sufre de un pequeño lapsus de "mala imagen"... pero de ahí a pensar que en ella trabajan puros idiotas, creo que es mucho. Porque, por dios, si cualquiera de nosotros sabe perfectamente que un terremoto es impredecible, quiero suponer que las personas de ONEMI, también lo saben. Y hasta mejor que nosotros. Entonces, ya desde ahí, como que el rumor vía "alguien que trabaja en la ONEMI", carece de sentido.
Es que es irrisorio tener que repetirlo, pero NO SE PUEDE PREDECIR UN TERREMOTO... Aunque, cabe señalar que en el norte grande (y permítame el criollismo) "están hasta el pico", porque viven sobre una laguna sísimica (igualita a la que había en Concepción hasta el 27 de febrero) y que no es una laguna de esas bonitas para ir a sacarse fotos, precisamente. Pero, sea como sea, a los amigos de esa zona les puede quedar la real cagada hoy día mismo, como en 20 años más. Así que si pretenden guardar agua, por último sería bueno que la fueran renovando cada ciertos lustros.
Para qué le voy a mentir… La actualización de este blog (el cual no había sido renovado desde mediados de enero, debido al merecido asueto de la vacación protagonizado por el autor), iba a convertirse en un gran evento. Teníamos pensada nueva gráfica y todas esas sorpresas que blogspot permite generar con facilidad, porque vienen todas pre hechas. Pero, cuento corto: hubo un terremoto (y maremoto, la hueá Brígida, ¿no?)
Ocurre que mi siempre traviesa panza estuvo a punto de hacerme una de sus tradicionales jugarretas nocturnas (esto es, una poco rítmica sinfonía intestinal acompañada de molestos dolores en las cercanías del bajo vientre), pero no cedí a sus retorcijones -decidiendo hacer cualquier tipo de evacuación al día siguiente- y fue así que me evité la espantosa anécdota de haber pasado un sismo grado 8 con el trasero embadurnado en heces.
Segundo, que me reconcilié con Chile -luego de los saqueos y toda esa vergonzosa muestra de lo peor que tenemos- al ver que la cifra obtenida por la Teletón “Chile Ayuda a Chile” resultó claramente mayor que la imaginada… (meta de la que me siento orgullosamente partícipe, tras una donación que mi conocido espíritu “ahorrativo” nunca hubiese imaginado).
Pero, en fin, es hora de seguir adelante, de ayudar mucho y de agradecer.
Hoy no les haré reír... (verdaderamente nunca lo hago, aunque por alguna razón mis lectores se empeñan en reír con lo que escribo. Pero bué). Hoy hablaré desde la pena que me invade por la partida de un grande.
Luego, pequeños chispazos de su música que fueron quedando y fueron quedando. Luego, una pequeña biografía comprada por pocos pesos de entre los libros de bolsillo más baratos en alguna librería de Corrientes. Luego, enviciarme con el DVD que más veces ha sido alojado en mi reproductor. El de Sandro desplegando virtuosismo sobre el escenario de la Quinta Vergara en plena década del '70, registrado por las primeras cámaras "a color" de la televisión chilena.
Luego, dar la "lata" a decenas de amigos que ya saben que en un buen carrete en mi hogar, a eso de las 3 de la mañana, es número puesto el DVD de Sandro (tanto así que no falta el amigo que se ha tenido que mamar ya dos veces el famoso registro)...
Pero, por favor, puede usted mencionar todo lo que le gustaría que tenga este sitio de cara al bicentenario. Tomaré debida nota de ello y le daré curso junto a mi equipo de guionistas de la europa del este que por un plato de comida escriben mis chistes y se aseguran con ello que no los denuncie a inmigración.
Pedaleaba por Apoquindo en dirección a la oficina central de Metrogas, a saldar cuentas pendientes (básicamente las tres últimas) y borrar esa amenazante sombra del “corte en trámite”, cuando de pronto me crucé con una bocacalle, cuyo nombre llamó poderosamente mi atención: Augusto Leguía.
La idea está la raja. Aunque podrían haber elegido un mensaje menos mamón. Porque el “Augusto Leguía” tiene un peligroso gustillo a calcomanía de micro, tipo “Dios es mi copiloto” o “Papito no corras”. Y evidentemente hay mensajes más potentes.
Y las posibilidades son increíbles. Sólo piense si los candidatos a la presidencia movieran sus hilos para cambiarle el nombre a pasajes o callejuelas por ahí. Nos toparíamos con “Marco Eliminaraelim Puestoallibro”, o “Sebastián Tedd Haaráun Bono” o “Eduardo Essuperen Tretenido".
… Ahora que lo pienso, la famosa “Mac Iver” debe ser un homenaje a la serie ochentera del gallo que hacía explosivos con un chicle y un alfiler de gancho. Y si camino un poquito más allá, no me extrañaría toparme con la avenida “Los Magníficos” o el pasaje “Miami Vice”.